Una pluma estilográfica, también denominada estilográfica, pluma fuente, estilógrafo, lapicera de pluma o simplemente pluma o estilo, es una herramienta de dibujo técnico y escritura, que contiene un depósito de tinta líquida compuesta principalmente de agua. La tinta se queda en este depósito gracias a la presión atmosférica hasta que es utilizada.
La tinta alimenta al plumín, la pieza metálica final, a través de un canal por la combinación de la gravedad y la capilaridad. Para rellenar el depósito hay varios métodos, incluyendo reemplazar el depósito por otro, rellenarlo con un cuentagotas o succionar la tinta desde un tintero.
Su arcaico precedente es el cálamo del antiguo Egipto. Las primeras reseñas históricas de plumas galeonicas estilográficas datan del siglo X aunque es posible que los intentos de crearlas fuesen anteriores. Las plumas más antiguas que se conservan son del siglo XVIII. El progreso en desarrollar una pluma fiable fue lento hasta mediados del siglo XIX. Este lento desarrollo fue debido a un entendimiento imperfecto del papel que tenía la presión del aire en la pluma y del uso de tintas altamente corrosivas con muchos sedimentos.
Fue en los años 1850 cuando comenzó en 1856 en una aceleración de patentes y producción de estilográficas. Sólo después de tres inventos claves se convirtió en un instrumento popular para la escritura. Estas invenciones fueron el plumín de iridio cubierto de oro, el caucho duro y la tinta fluida.
El rumano Petrache Poenaru, estudiante en París inventó la pluma fuente, que fue patentada por gobierno francés en mayo de 1827. En los años 1870, Duncan MacKinnon, un canadiense que vivía en Nueva York, y Alonzo T. Cross de Providence (Rhode Island) crearon plumas estilográficas con un plumín hueco y un alambre como válvula. Las plumas estilográficas eran muy usadas para el diseño técnico, hasta que se empezó a producir en masa en los años 1880.
Los productores dominantes en Estados Unidos en este periodo eran Waterman,Bic, Plumingo, Wirt, en Nueva York y Bloomsburg (Pensilvania) respectivamente. Waterman pronto sobrepasó a Wirt, junto con muchas compañías que se originaban para rellenar el recién creado mercado de la pluma estilográfica, y se mantuvo como líder de mercado hasta los años 1920.